Publicado: 15 de Septiembre de 2017
En nuestro país es especialmente importante que tengamos una parte del jardín bien protegida del sol.
Un toldo es fundamental cuando calienta el sol
Saber disfrutar del sol significa sobre todo saberse proteger de él.
Dependiendo de la orientación de nuestro jardín, y de la intensidad de sol que reciba, deberemos decidir si, además de los elementos naturales, debemos protegernos también con pérgolas, parasoles, una marquesina o un toldo.
Los toldos son en realidad uno de los elementos más prácticos a la vez que estéticos: diseñados en forma de “vela”, un toldo además de protegernos del sol, añadirá ligereza y liviandad a nuestro espacio, igualmente, la tela es un elemento que da calidez hogareña y que puede añadir a nuestro jardín o patio un toque de confort, modernidad, romanticismo, un punto divertido…
Por cierto, cuando hablamos de toldo nos referimos a un trozo de tela que cubre un espacio, no a una marquesina retráctil.
Elige tu toldo
Material, tamaño, forma, color, estampado… las claves básicas para elegir el toldo. Primero, sin embargo, es adecuado que elijas qué tipo de toldo quieres, si móvil o fijo. Un toldo que puedas atar a algunos elementos naturales, o que se valga de soportes.
En general suelen quedar mejor los toldos que están integrados con el espacio, eligiendo materiales naturales o en tonos tierra, marrones o verdes. Igualmente, un toldo también te puede servir para dar una nota de color a tu jardín o convertirse en un elemento que destaque.
Están muy de moda los toldos asimétricos y ladeados, de forma que puedan servir también para dividir espacios. Ten en cuenta que para colocar el toldo hay que estar atento a los vientos y las inclemencias del tiempo, para que no tengamos ninguna sorpresa desagradable.